Hemos entendido en el mundo de la empresa que las órdenes pierden efectividad y productividad. Hemos implementado y nos hemos formado en Liderazgo para motivar y mejorar el trabajo en equipo resaltando y potenciando la individualidad de sus miembros y sin embargo al llegar a casa, con nuestros hijos solemos dar órdenes y esperar que obedezcan y de manera rápida y si de camino adivinan lo cansados que estamos, mejor que mejor. Es normal que nos sintamos frustrados por no conseguir lo que queremos, al igual que en la empresa con nuestros hijos tampoco funciona demasiado bien. Es en este momento cuando pensamos: Pues mi padre / madre lo hacía conmigo y funcionaba. ¡STOPPPPP!
Me gustaría que leyeras esta reflexión que da una explicación que quizás te interese:
Nos encontramos actualmente en:
Un contexto social-económico diferente
Personas diferentes ( Padre/Madre)
Hijos diferentes(Tu hij@, no eres tú de niñ@)
Conocimientos de la educación diferentes
¿Crees que podría funcionar nuestro papel de padre / madre educador de antaño?
¿Cómo funcionas tú mejor? ¿Con una orden externa o con una pregunta que te lleve a la acción?
Si supieras lo que puede hacer tu hij@ y lo que no, ¿Le pedirías lo que no puede hacer?
Existe otra manera de entender la educación que al igual que el liderazgo consigue mejores resultados, al mismo tiempo que un mayor bienestar personal al liderar como padres. ¿Te gustaría conocer sus claves?